Con las manicuras repetidas o las tareas domésticas, las uñas a veces pueden acabar viéndose un poco amarillas. Pero, afortunadamente, existen métodos naturales para recuperar unas uñas blancas y bonitas. Bicarbonato, limón, vinagre blanco… Descubramos cómo blanquear las uñas sin dañarlas.
Blanquear las uñas con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio tiene innumerables usos. Y una vez más, ofrece una solución sencilla y natural para evitar que las uñas amarilleen. Volver a tener las uñas blancas no puede ser más fácil:
- Vierte un poco de bicarbonato en un cepillo de dientes viejo;
- Cepilla suavemente las uñas;
- Aclara con agua.
Y voilá, tus uñas vuelven a estar en plena forma. Esta es la mejor forma de aprender a blanquear las uñas fácilmente. Acostúmbrate a limpiarte las uñas con un cepillo de uñas, agua y jabón, y cuídalas todas las semanas.
Restaura las uñas blancas con limón
Otro truco imprescindible para tener las uñas blancas es el limón. El limón es un limpiador natural que elimina la grasa de la uña para devolverle su frescura. Durante varios días, acostúmbrate a frotar tus uñas con un cuarto de limón. Tus uñas quedarán como nuevas. Además, es respetuoso con el medio ambiente y huele de maravilla.
También puedes mezclar el zumo de medio limón con un poco de bicarbonato sódico. Sólo tienes que sumergir las uñas en la mezcla durante 3 minutos. Y voilà, ya tienes un baño blanqueador súper efectivo para tus uñas.
Cómo blanquear las uñas con peróxido de hidrógeno
Antes de utilizar este método, recuerda que el agua oxigenada no debe usarse sola. Mézclalo con un poco de bicarbonato de sodio. Así se forma una pasta que puedes aplicar sobre las uñas. Déjala actuar unos minutos y aclara. Tus uñas estarán desinfectadas y purificadas.
Elimina las manchas amarillas con vinagre blanco
Otro ingrediente cotidiano con mil usos: el vinagre blanco. Puedes verter un poco en un algodón y aplicarlo sobre tus uñas. El vinagre tiene un gran efecto desengrasante.
¿Cómo puedo mantener mis uñas blancas durante más tiempo?
Una vez que tus uñas están blancas, puedes hacer algunas cosas para prolongar su brillo. En concreto, te recomiendo que utilices una base protectora antes de aplicar el esmalte para evitar que se deposite una fina capa de color en las uñas. Esto se aplica especialmente a los esmaltes oscuros. También puedes acostumbrarte a frotar las uñas con limón todas las semanas para conseguir un acabado impecable. Y, no me canso de repetirlo, deja que tus uñas respiren entre manicura y manicura.
Si no sabes cómo blanquear tus uñas, ¡no puedo ayudarte! Hay diferentes maneras de decir adiós a las uñas amarillentas y conseguir unas uñas limpias y blancas. Así, podrás disfrutar de unas uñas naturales en plena forma.